Entramos a los dos últimos meses del año y ya se alistan los cambios de gestión en los diferentes gobiernos locales, provinciales y regionales. Los equipos de transferencia se vienen preparando para asumir las riendas de sus jurisdicciones de cara al período 2023-2026.
Sin embargo, quedan pendientes varios temas que tal vez no podrían culminarse en 60 días. En primer lugar, tenemos las obras que vienen ejecutando y afectando a miles de pobladores.
Esto nos lleva a pensar que difícilmente estarán solucionadas para cuando asuma la nueva gestión.
En segundo orden, tenemos los diferentes procedimientos administrativos, de los cuales vienen instruyendo a los nuevos integrantes de los equipos de trabajo. En ello, esperemos el tiempo de dos meses que restan antes de fin de año para que estos últimos puedan ‘empaparse’ y estar al tanto de todo para asumir el cargo.
De igual forma, quedan los pasivos como procesos iniciados contra la saliente gestión. Por ejemplo, se tiene a los trabajadores despedidos o con aspiraciones de lograr mejoras laborales. Ello en muchos casos significa una carga para quienes asumen las riendas de la institución e, incluso, impide que pueda avanzar con sus propios proyectos.
El camino se hace más corto hasta fin de año. En estos días está programada la entrega de las credenciales respectivas para las nuevas autoridades y con ello, ya no hay más que esperar que los días transcurran para que se pueda ver si la transferencia alcanzó a realizarse en los días establecidos o esto afectará la vida de la ciudadanía que espera siempre más de sus nuevas autoridades.
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