Después de la derrota del seleccionado de Perú ante Argentina, casi todos los asistentes al estadio Nacional pedían la renuncia o cambio del entrenador Juan Reynoso, ignorando la triste realidad del fútbol peruano.
Así venga a dirigir el mejor entrenador del mundo, los resultados serán casi parecidos. No se puede pedir más ante la gran escasez de jugadores de primer nivel. El martes se jugó contra los últimos campeones del mundo, que cuenta con una planilla de cracks que militan en los mejores equipos del fútbol europeo (donde los sueldos son millonarios) y juegan dos partidos a la semana, uno en su liga y el otro por la Champions League o la Euro Copa. O sea tienen un físico y técnica envidiable. Clasificamos al Mundial de Rusia por suerte, no por méritos propios. No llegamos al mundial de Qatar por no contar con una buena banca de suplentes. No estuvo Guerrero.
Lo mejor del fútbol peruano terminó en 1982, cuando en la primera ronda del mundial realizado en España, fuimos eliminados por Polonia, tras empatar con Camerún e Italia. Después nunca tuvimos juntos a varios jugadores de buen nivel, como Cubillas, Sotil, Oblitas, Rojas, Leguía, Cueto, Barbadillo, José Velásquez, José Gonzales, etc.
En ese mundial Perú clasificó con Brasil y Chile. Desde junio de 1982 vino la debacle de nuestro más popular de los deportes. Y la respuestas más objetivas son varias:
1. No hay canteras. Por ejemplo, Uruguay un pequeño país con 3 millones 345 mil habitantes, es una gran cantera de jugadores. Los clubes tienen academias que los forman desde Infantiles.
2. No hay apoyo del gobierno central, regional y local. El Estado debería priorizar la práctica de deportes con campeonatos.
3. Escasez de infraestructura deportiva. Solo los clubes Universitario y Alianza Lima tienen estadios. Los demás juegan en campos alquilados. Igual ocurre para los entrenamientos.
4. Jugadores indisciplinados. Pareciera que es una característica del jugador peruano ser indisciplinado, salvo contadas excepciones. Derrochan su sueldo en borracheras, fiestas y excentricidades. Hugo Sotil fue un jugador millonario en el Barcelona de España; terminó como un entrenador de una academia y salió del alcoholismo. Cueva, es otro ejemplo. Su talento lo cambió por la cerveza.
5. Baja autoestima. Los equipos tienen que contar con psicólogos para ayudarlos en este tema.
En fin hay muchos más, pero no pidamos la salida del entrenador, porque no hizo milagros en los cuatro primeros partidos, donde la mayoría juega en la Liga 1 de Perú y el nivel futbolístico es para llorar, en comparación con las ligas europeas.
Para consuelo tenemos la MEJOR HINCHADA DEL MUNDO, que a falta de talentos peruanos dio la bienvenida al equipo visitante con Messi a la cabeza. Hasta asistieron al estadio Nacional con la camiseta argentina, festejaron los goles del astro y varios ingresaron al campo de juego para abrazar al ídolo mundial. ASÍ ES NUESTRA REALIDAD.