En nuestro país a pesar de miles de dificultades de distinta magnitud e índole, reconozco que somos resilientes, creativos y entusiastas, por ello sueño con un día donde todos juntos asumimos la responsabilidad de formar lectores apasionados.
“Yo soy responsable” son las palabras que, padres, docentes y sociedad junta podemos pronunciar cuando de agenciar espacios accesibles a la lectura se trate, cuando formar lectores en un país complejo y diverso sea el reto. Cuando entendamos que solo motivación y entusiasmo no es suficiente, o creer que acercar un libro mágico a nuestros niños darán como resultado su amor por la lectura. Hay más detrás de este sueño y mucho está relacionado con entender y comprender al ser, a la persona, al niño, al joven por quien decidimos y actuamos.
También, están los textos, los entornos, los espacios, las bibliotecas llenas de actividades que inviten a vivir experiencias de lecturas. Además, están los mediadores de lectura esas personas que se convierten en puentes entre los lectores y los libros, esos que crean condiciones, que provocan la discusión literaria, crean experiencias y lo hacen una y otra vez.
Creo que ese día en que reconozcamos ser responsables de nuestro rol protagónico, será cuando el padre dedicará 20 minutos de lectura diaria a su niño, visitará las ferias y librerías con sus hijos, el docente creará experiencias lectoras, las bibliotecas serán vivas y dinámicas y las autoridades reconocerán la importancia que tienen las palabras: “Yo soy responsable”.
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