Ayudando a sus padres desde los seis años de edad, así empezó a trabajar contenta Trinidad Laura. Recuerda que por las mañanas estudiaba y en las tardes trabajaba vendiendo fruta, verduras y gaseosas. La actitud positiva y el buen trato a la clientela fueron los motores con los que logró ser una comerciante que supo mantener a su familia.
¿Qué debe hacer una persona que quiera lograr objetivos en el trabajo? Levantarse temprano y encomendarse a Dios. Si tú trabajas no te falta nada, pobre es el ocioso.
¿Cuál es la principal habilidad para atender en el negocio? La agilidad. A mí siempre me han gustado las letras en el colegio, sin embargo, tuve que aprender los números para sacar las cuentas, ahora todo lo hago en la cabeza, la práctica me ha ayudado a tener sacar las cuentas en la cabeza inmediatamente. Uno tiene que ser rápido y amable.
Algunas veces se recibe malos tratos de los clientes, pero hay que seguir adelante.
¿Cómo lograr lidiar con los clientes? La amabilidad ante todo y tratar de sobrellevar a los tratos toscos de los compradores. Suelen llegar enojados, pero tratamos de no responder al mal genio, también están nuestros buenos clientes que vuelven a comprar y prefieren llevar nuestros productos. Hasta a veces los clientes se molestan porque quieren productos escogidos, así que la decisión está en ellos si compran o no. Usted tiene que pensar para el futuro y si tienes una actitud enojada hay que equilibrar con alguna frase graciosa y conversar con el cliente y ellos te comprenden. Sabemos que el sueldo no sube, los productos encarecen y eso preocupa a nuestros compradores, porque los productos han subido por la poca siembra.
¿El ahorro es parte del éxito en el negocio? Claro que sí. Una buena emprendedora tiene que saber ahorrar. Ejemplo, si inicias vendiendo 70 kilos de frutas y ganas 500 soles, aparte del capital, puedes ahorrar y lograr 1000 soles para vender otros productos. Evitar gastar en cosas innecesarias.
¿Gusta de su trabajo? A mí encanta mi trabajo, no me siento cansada, no me gusta estar en casa sin hacer nada.
¿Muchas personas se dan por vencidas y hasta piensan que no se puede hacer un negocio?
Tengo 56 años y me siento como señorita en mi manera de actuar. Yo coloco las papas en la balanza rápidamente, despacho y el cliente se va satisfecho. Todo se puede, quien quiere puede, aquellos que dicen que no se puede estudiar y trabajar, pues decirles que sí se puede si uno se organiza en todo el ámbito de la vida. Ejemplo, uno de mis sobrinos trabajó y estudió y logró formarse en la abogacía. Es mentira que no se puede.
¿Qué recomienda para los jóvenes que quieran emprender un negocio?
Insisto, primero debe levantarse temprano en la mañana y pedir a Dios, y confiar en que se desenvolverán bien, pueden tener miedo, pero con el pasar del tiempo se darán cuenta que pueden hacer más.