Escribe Dante Zegarra López.
Garcí Manuel de Carbajal nació hacia 1502 en Plasencia, Extremadura, ciudad española. Era hijo de Juan Manuel Villena y Elena de Carbajal, ambos de linaje noble.
Se desconoce la fecha exacta de su llegada al Perú, pero ya en 1539 aparece como primer alcalde de la breve Villa Hermosa de Camaná.
El conquistador Francisco Pizarro lo nombró teniente de gobernador y le confirió la potestad de mudar la ciudad, privilegio que ejerció al promover su traslado al fértil valle del Chili.
El 15 de agosto de 1540, Carbajal encabezó la fundación de la Villa Hermosa de Arequipa.
Se le adjudicaron tierras junto al río y poco después recibió la encomienda de los indios Ubinas.
Participó en la batalla de Chupas bajo las banderas reales, aunque más tarde apoyó brevemente la rebelión de Gonzalo Pizarro.
Tras comprobar los abusos de sus seguidores, desertó del bando rebelde, entregó un navío cargado de oro al pacificador Pedro de La Gasca y devolvió Arequipa a la obediencia real.
En la década de 1540 fue uno de los encomenderos más prósperos del sur andino, con intereses mineros y ganaderos.
Fue electo alcalde de la ciudad en 1544, 1549 y 1551, también fue regidor de Arequipa en 1547, 1551 y 1552 y murió en la Ciudad Blanca en 1552.
Su legado urbano y político aún perdura bajo las faldas del Misti. Es un nombre que se mantendrá en la historia de nuestra ciudad independiente.