Un reciente informe de la Contraloría General encendió las alarmas en Tacna al revelar que la construcción del hospital Hipólito Unanue presenta graves deficiencias estructurales. Según el documento, elaborado por la consultora PRISMA Ingenieros Asesor Consult SAC, el proyecto “no cumple con los lineamientos de diseño de las normas E.031 Aislamiento Sísmico, E.060 Concreto Armado y E.030 Diseño Sismorresistente y, por tanto, no se puede continuar la construcción del hospital”.
El organismo de control recordó que ya en 2020 había advertido sobre desplazamientos en los aisladores y deslizadores sísmicos del nosocomio, sin que se adoptaran medidas correctivas. “Los aisladores sometidos a carga parcial presentan desplazamientos laterales y no evidencian un patrón de desplazamiento uniforme”, precisa el informe, que cuestiona además que el Gobierno Regional de Tacna siga avanzando con procesos de consultoría sin resolver los problemas de fondo.
RESPUESTA. Ante este panorama, el gobernador Luis Torres descartó que la infraestructura sea demolida, aunque reconoció la complejidad del caso. “El hospital es otra obra que nos ha tocado recibir. Es más complicada en términos legales porque ha tenido varios juicios y cuestionamientos a los aisladores sísmicos. Muchos decían que están mal hechos, que no sirven, que se va a caer. Lo estamos destrabando”, sostuvo.
Torres anunció que el próximo 7 u 8 de septiembre se entregará la buena pro del expediente de saldo de obra, valorizado en S/12 millones, el cual incluirá mejoras en áreas sensibles como salud mental y cáncer. “Entrar a una demolición es lo último que un ingeniero puede pensar. El expediente nos va a costar como 12 millones de soles y va a demorar un año. Ahí se tendrán que hacer todas esas recomendaciones que hace la Contraloría, pero en real”, puntualizó.
Mientras tanto, la población de Tacna sigue a la espera de que el hospital Hipólito Unanue, uno de los proyectos más importantes para la región, pueda superar los problemas técnicos y legales que lo mantienen paralizado desde hace varios años. La Contraloría insistió en que solo un reforzamiento complejo y costoso permitiría que la obra pueda continuar.
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