Una bebé de apenas cuatro meses fue hallada en un basural en San Sebastián, Cusco el pasado 18 de julio. Su madre, una adolescente de 14 años, la abandonó. Tras el impacto inicial de la noticia, ahora el tema cambia, nadie apoyó a la madre que prácticamente es una niña y habría sido víctima de una violación porque la ley peruana sanciona penalmente el tener vida sexual con una menor de edad.
Según el diario El Tiempo de Cusco, el representante de la Oficina Defensorial, Óscar Luque, exige investigar el caso como un delito contra la libertad sexual. Mientras la madre de la adolescente alarmada asegura que el progenitor sería mayor de edad.
“Con o sin consentimiento, hablamos de un hecho grave. Si el embarazo ocurrió antes de los 14, hay responsabilidad penal”, afirmó.
Luque advierte que no solo el presunto agresor debe responder. También profesores que sabían del embarazo, personal médico que atendió el parto y la madre de la menor tienen el deber legal de denunciar. No lo hicieron. La ley los obliga como funcionarios y adultos responsables.
Mientras tanto, la bebé sigue bajo custodia de un albergue del Estado. Esta historia no debe repetirse: proteger a una niña es proteger dos vidas y prevenir un silencio que lastima generaciones.