El secretario general de la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa, Élmer Arenas Pérez, anunció una movilización del sur para el 10 de abril, como acuerdo principal de la segunda reunión macrorregional del sur, desarrollada en marzo en la Ciudad Blanca. La protesta tenía como eje central la exigencia al Gobierno para que se reactive la ejecución del gasoducto sur andino, un proyecto largamente postergado para garantizar el acceso al gas natural para el sur del país.
Frente a este escenario, el director ejecutivo de Proinversión, Luis del Carpio, comunicó este viernes 4 de abril que la región Cusco contará con un gasoducto regional. Este nuevo sistema conectará el actual sistema de transporte de gas natural (Camisea – Pisco) con las ciudades de Quillabamba, Anta y Cusco. La iniciativa busca beneficiar a la población con un recurso energético más limpio y económico, y forma parte de un conjunto de anuncios estratégicos tras las crecientes demandas sociales.
El proyecto contempla una inversión de $1000 millones y comprende la construcción de un gasoducto de 314 kilómetros: 267 km de línea principal desde el punto de captación KP-89 hasta Cusco, y un ramal adicional de 47 km hacia Quillabamba. Del Carpio detalló que Proinversión está formulando el proyecto, con la expectativa de obtener viabilidad en un plazo de seis meses, para luego convocar a concurso público y adjudicarlo en 2026.
También la construcción de una planta de fraccionamiento de GLP en Kepashiato, provincia de La Convención, mediante obras por impuestos. A corto plazo, se iniciará además el proyecto de masificación de gas natural en siete regiones, empezando por Cusco, con distribución a través de camiones cisterna por la empresa Cálidda. Según Del Carpio, la meta es que Cusco cuente con gas natural desde el próximo año.