Una ola de indignación ha sacudido Cusco luego de que ciudadanos se organizarán una protestar el sábado 31 de mayo, en respuesta a la trágica muerte de un adulto mayor en situación de calle. El varón, que dormía bajo el puente Belén en la av. Ejército junto a una turista británica también indigente, fue desalojado violentamente por un grupo de comerciantes del lugar el pasado 23 de mayo.
Testigos denunciaron que los comerciantes no solo los expulsaron de manera agresiva, sino que además incendiaron sus pertenencias, dejándolos completamente desprotegidos. El adulto mayor, vulnerable y expuesto al frío extremo sin ningún tipo de asistencia por varios años, falleció la madrugada del jueves 30 de mayo en una habitación del centro gerontológico Hermanitas de los Ancianos Desamparados, ubicado en la urbanización Tahuantinsuyo.
El caso ha sido calificado como una grave violación a los derechos humanos.
La protesta busca visibilizar la desprotección de las personas en situación de indigencia, especialmente adultos mayores y el odio sin justificación que tuvieron las personas que lo veían vulnerable, así como exigir justicia por este caso. Jóvenes, organizaciones sociales y colectivos de derechos humanos se unieron en la protesta.
La ciudadanía exige que las autoridades no sigan siendo indiferentes frente a la exclusión y el maltrato.
Este lamentable suceso encendió el debate sobre la responsabilidad del Estado y de la sociedad frente a sus ciudadanos más vulnerables. El clamor por justicia resuena en redes sociales, porque en lugar de amor al prójimo hubo hartazgo de la población a la indigencia y la deshumanización en los espacios públicos.