Los incendios forestales continúan en aumento en la región Cusco. Según informó la Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres y Seguridad (OGRDS), en lo que va del 2025 se han registrado 81 siniestros que han dejado un fallecido y más de 1150 hectáreas de pastizales y cultivos reducidos a cenizas. La situación es preocupante, especialmente por la reactivación del fuego en zonas cercanas a viviendas.
Los dos últimos incendios ocurrieron en los distritos de Limatambo y Ancahuasi, provincia de Anta. En este último, el fuego avanza peligrosamente hacia áreas habitadas. Brigadas comunales, bomberos, autoridades locales y voluntarios trabajan intensamente para evitar una tragedia mayor.
Miguel Oscco Abarca, director de la OGRDS, indicó a Andina que, si bien los números son menores que los del año pasado, julio ya registra hasta siete incendios en un solo día. Las condiciones climáticas —alta radiación solar y vegetación seca tras intensas lluvias— facilitan la propagación de las llamas, que podrían intensificarse en agosto por los vientos fuertes.
Las provincias de Quispicanchi y Canchis, situadas por encima de los 3400 metros sobre el nivel del mar, son las más afectadas. En Lucre, un distrito de Quispicanchi, un adulto mayor falleció en mayo por un incendio. De los 81 siniestros, casi todos fueron provocados por el ser humano, salvo dos casos atribuidos a pirotécnicos y cortocircuitos.
A pesar de la gravedad, no se ha detenido a ninguna persona por iniciar los incendios. La Policía y el Ministerio Público continúan con las investigaciones y recuerdan que provocar estos siniestros es un delito que puede sancionarse con cárcel.
Finalmente, Oscco señaló que vienen reforzando las campañas de sensibilización, sobre todo dirigidas a adultos mayores, quienes muchas veces queman terrenos por costumbre sin medir las consecuencias. También se avanza en la creación de brigadas de respuesta rápida en provincias como Calca y Urubamba, donde los incendios han sido difíciles de controlar.