Durante las últimas dos semanas, uno de cada cuatro ciudadanos cusqueños sufre por la falta de agua. Esto se debe a una disminución progresiva en el nivel de las aguas de la laguna Piuray. Esto afecta el abastecimiento en las viviendas ubicadas en el centro histórico y la zona noroccidental.
Al respecto, la gerente general de SEDA Cusco, Yabel Silva Guevara, manifestó que trabajan en planes de contingencia para atender la emergencia. Se distribuye el líquido elemento en seis cisternas a doble horario para las zonas afectadas. No obstante, señaló que deben cumplir normativas al igual que la población. “De acuerdo a norma, nosotros estamos cumpliendo con los diez metros de columna de agua, por consiguiente, los edificios que tienen 7 a 8 pisos deben contar con su plan de contingencia. Se supone que ellos deben tener su tanque cisterna, su tanque elevado con eso abastecer, porque nosotros ofrecemos hasta el segundo nivel”, añadió.
La funcionaria agregó que la otra fuente de agua, ubicada en el acuífero de Andahuaylillas, ubicado en la provincia de Quispicanchi, funciona con normalidad para abastecer al resto de la población.
Como solución a largo plazo, la representante de SEDA Cusco añadió que vienen impulsando el proyecto Vilcanota II para abastecer a más de 600 mil pobladores.