La región Cusco reportó once incendios forestales entre enero y julio de 2025, cifra que, si bien es menor en comparación con los cincuenta registrados en el mismo período de 2024, preocupa por su impacto ambiental y humano. Uno de estos siniestros dejó una persona fallecida en el distrito de Lucre, provincia de Quispicanchi, según confirmó la Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres y Seguridad (OGRDS) de Cusco.
Durante la última semana, entre el jueves 3 y el domingo 6 de julio, se registraron cuatro nuevos incendios. Las brigadas de primera respuesta lograron controlar las llamas, pero no evitaron la pérdida de vegetación ni los riesgos para las comunidades cercanas.
El informe oficial señala que tres de los cuatro siniestros fueron provocados por el ser humano, mientras que el cuarto se originó por el choque de un cable eléctrico con un árbol. Afortunadamente, en estos recientes casos no se reportaron daños personales, pero sí se comprometió el ecosistema natural.
Las zonas afectadas incluyen la asociación provivienda Los Próceres de Alto Qosqo, en el distrito de San Sebastián, donde el fuego arrasó con 950 metros de cobertura vegetal. En Yuncaypata y Tambomachay, las llamas consumieron dos hectáreas de terreno forestal protegido.
El último domingo se registraron otros dos incendios: uno en el sector Pompeya, comunidad de Simphi (Acomayo), y otro en el sector Bondolista, distrito de Ollataytambo (Urubamba). En este último punto, el fuego consumió más de 20 hectáreas y persisten focos activos en zonas de roquería.