A un año del fallecimiento de Alberto Fujimori, su hija Keiko recordó la vida de su padre fuera de prisión, destacando cómo disfrutaba de los pequeños momentos, desde paseos por la Costa Verde hasta las reuniones con amigos y el contacto con sus seguidores. Según la lideresa de Fuerza Popular, su padre se sentía orgulloso de su legado y de la primera parte de su biografía escrita mientras estaba en el penal.
Keiko también relató los difíciles meses en que el cáncer regresó de manera agresiva. “Los médicos nos anunciaron que este cáncer era muy agresivo. Recibió la máxima cantidad de radioterapias que una persona puede recibir en un año”, precisó, agregando que, a pesar del riesgo, Fujimori decidió continuar con el tratamiento para poder seguir sirviendo a su país.
La lideresa remarcó cómo su padre mantuvo la disciplina y la determinación hasta el último día. “Hasta el último día nos dio el ejemplo de cómo enfrentar la vida, siempre hacia adelante, siempre queriendo servir, no guardando rencor y siempre pensando en el país”, señaló, destacando la actitud de Fujimori frente a la enfermedad y su compromiso con su legado.
Finalmente, Keiko se comprometió nuevamente a defender la historia y el gobierno de su padre. “Creo que la mejor expresión de lo que él hizo se pudo ver en el velorio, en ese velorio que él también planificó”, dijo, recordando los cientos de personas que llegaron desde el interior y el extranjero para despedirse del expresidente. Sus palabras invitan a reflexionar sobre la influencia de Fujimori en la política y la sociedad peruana, un tema que seguramente seguirá generando debate.
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