La tensión en la frontera amazónica entre Perú y Colombia volvió a encenderse luego de que efectivos de la Policía colombiana intentaran ingresar al poblado peruano de Santa Rosa, en la región Loreto, sin autorización. La acción fue interceptada por la Marina de Guerra del Perú, a través de la Quinta Zona Naval, que impidió la incursión y reafirmó la soberanía nacional.
Imágenes difundidas por Willax TV muestran el momento en que la autoridad marítima peruana frenó la operación de supervisión que pretendían ejecutar los uniformados colombianos. Según el reporte, el ingreso no estaba permitido, pues se trataba de una acción en territorio nacional, cuya integridad debe ser resguardada por las Fuerzas Armadas peruanas.
Este incidente se suma a otros episodios que han generado fricciones diplomáticas y militares recientes, como el sobrevuelo de aeronaves colombianas sobre espacio aéreo peruano, registrado mientras el presidente Gustavo Petro se encontraba en la ciudad fronteriza de Leticia.
Para analistas, estos hechos son interpretados como provocaciones hacia el Perú. La situación revela la urgencia de fortalecer la presencia militar en la zona, dada la brecha de capacidades entre ambos países. Colombia ha reforzado su despliegue en la frontera con helicópteros renovados, vehículos de alta movilidad —incluyendo unidades 8x8— y equipamiento moderno que le otorga ventaja operativa.
En contraste, Perú ha definido la adquisición de aviones Saab Gripen de fabricación sueca y aeronaves CASA, similares a las que opera Colombia, como parte de su proceso de modernización de defensa.
Ante estos hechos, habitantes de Santa Rosa demandaron mayor presencia estatal y medidas concretas para garantizar la seguridad en la frontera amazónica. “Necesitamos que el Perú nos proteja, estamos en medio de dos países y no podemos quedar vulnerables”, manifestó un vocero local.