n la frontera sur del Perú, la presión migratoria vuelve a encender las alertas. En los últimos días, se ha detectado el movimiento de pequeños grupos de migrantes que se desplazan hacia la zona limítrofe con Chile, impulsados por el temor de quedar retenidos o ser expulsados si cambia el panorama político en ese país. La propuesta de un candidato presidencial chileno de endurecer las políticas migratorias habría acelerado la salida de extranjeros que buscan anticiparse a eventuales restricciones.
En el distrito de Yarada Los Palos, autoridades locales y residentes han señalado la presencia de ciudadanos extranjeros que intentan abandonar Chile por cuenta propia. Algunos relataron haber intentado regularizar su situación sin éxito, mientras que otros admiten que prefieren actuar antes de que se apliquen medidas más estrictas en caso de un giro político tras la segunda vuelta electoral. El flujo, aunque todavía reducido, ha generado una creciente preocupación en la zona.
Los primeros reportes indican que ciertos migrantes estarían evaluando el uso de pasos no habilitados, debido a las dificultades para completar el trámite formal en frontera. Aunque las autoridades locales ya se encuentran monitoreando el área, hasta el momento no se han emitido comunicados oficiales sobre un incremento confirmando del flujo migratorio irregular ni sobre eventuales operativos adicionales.
La tensión se mantiene en un contexto marcado por la inminente segunda vuelta electoral en Chile, un proceso que podría influir directamente en los movimientos migratorios en la región. Mientras tanto, la frontera Perú–Chile vuelve a situarse bajo observación ante la posibilidad de un repunte en los cruces irregulares en los próximos días.
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