Un incendio de gran magnitud se registró la mañana del 25 de junio en la asociación Micaela Bastidas, ubicada en el distrito de San Antonio, dejando tres viviendas afectadas, dos de ellas completamente consumidas por las llamas. El fuego se propagó rápidamente debido a que las estructuras eran de madera, y solo la intervención oportuna de la Compañía de Bomberos evitó que se extendiera a más hogares.
Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero las pérdidas materiales fueron totales para al menos dos familias. Una tercera vivienda resultó con daños parciales. Según vecinos de la zona, el incendio se habría originado por un posible cortocircuito en una de las casas afectadas, aunque esta versión aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.
El siniestro expuso una problemática recurrente en zonas periféricas: la falta de títulos de propiedad. Los damnificados manifestaron que no pueden construir viviendas de material noble ni acceder a programas estatales de vivienda segura por no contar con formalización legal de sus terrenos. Esta situación agrava su vulnerabilidad ante emergencias como incendios o desastres naturales.
Ante esta tragedia, los afectados solicitaron apoyo urgente al alcalde de San Antonio, Santos Villegas, para obtener ayuda inmediata y un compromiso real para avanzar en la formalización de sus predios. La emergencia no solo dejó destrucción, sino también un llamado de atención sobre la urgencia de políticas de vivienda segura en sectores olvidados.
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