El caso de Zarela Peralta Solórzano, la joven estudiante reportada como desaparecida el pasado 2 de abril y hallada sin vida 22 días después en el río Qaqene, ha dado un nuevo giro. El Juzgado de Investigación Preparatoria de Carabaya dictó nueve meses de prisión preventiva contra su pareja, Jhonatan Quispe, principal sospechoso del crimen que ha conmocionado a la provincia puneña.
Durante la audiencia judicial, el Ministerio Público presentó pruebas sustanciales que vincularían a Quispe con la desaparición y muerte de la joven. Entre los elementos más reveladores se encuentran rastros de sangre hallados tanto en su vivienda como en su rostro y manos, así como objetos personales de Zarela encontrados en el mismo inmueble.
El imputado reconoció que la joven estuvo en su domicilio el día que desapareció, pero afirmó que ella se retiró sola cuando él salió. No obstante, los resultados de la necropsia contradicen su versión, revelando que la víctima habría muerto a causa de múltiples fracturas, lo que apunta a una agresión violenta previa al hallazgo del cadáver.
Con esta medida cautelar, el Poder Judicial busca asegurar el curso adecuado de las investigaciones y prevenir cualquier intento de fuga o interferencia con las pruebas.
Mientras tanto, en Carabaya, la indignación ciudadana crece y piden que el caso sea investigado como feminicidio para que Zarela tenga justicia. Cabe indicar que semanas atrás, rondas campesinas obligaron a Quispe a marchar con un cartel que decía: “Soy el asesino”.
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