La tranquilidad de un barrio en la avenida Perú, en Puno, se rompió cuando un grupo de nueve delincuentes ingresó violentamente a una vivienda y tomó como rehén a un niño de nueve años. El menor estaba solo en casa porque su familia había salido al mercado, circunstancia que aprovecharon los asaltantes para amenazarlo con un arma de fuego mientras saqueaban el inmueble.
Ocurrió el sábado 23 de agosto. Las cámaras de videovigilancia registraron cada momento del asalto. Dos encapuchados forzaron la cerradura de la puerta principal, mientras otros vigilaban desde la calle. Segundos después, una camioneta se estacionó frente a la casa y varios sujetos más descendieron para participar en el atraco, reduciendo al menor y apoderándose del dinero y los objetos de valor.
Entre lágrimas, la madre relató que los delincuentes apuntaron a la cabeza de su hijo y lo amenazaron de muerte si pedía ayuda. La familia denunció que se llevaron más de cinco mil soles en efectivo, además de pertenencias personales.
Tras cometer el robo, los hampones escaparon disparando al aire para infundir terror en la zona. La Policía analiza las imágenes y sospecha que la banda estaría vinculada a otros asaltos en la región.
Especialistas en salud mental advierten que la violencia urbana impacta directamente en los menores. El Ministerio de Salud registra aumento de los trastornos de ansiedad en los últimos cinco años, mientras Essalud atiende más consultas por estrés crónico, insomnio e hipervigilancia, un estado de alerta permanente que afecta a niños y adolescentes expuestos a hechos como este.