La muerte del joven árbitro de vóley Luis René Aguilar Arcata (26) generó una ola de indignación en Puno, luego de que la fiscal Jhenny Rocío Paredes Mamani decidiera dejar en libertad a Ana Cecilia López Condori, principal sospechosa del presunto asesinato. Según la familia de la víctima, la fiscal argumentó que no existen suficientes pruebas para mantenerla detenida ni solicitar su prisión preventiva.
Luis René fue hallado sin vida en la salida a Laraqueri con una grave herida en la cabeza y signos de violencia. Testimonios señalan que viajó desde Moquegua hacia Puno junto a López Condori y un taxista no identificado. Horas antes del hallazgo, Ana Cecilia habría enviado fotos y mensajes desde el vehículo en los que indicaba: “Luis está muerto”, e incluso mostró manchas de sangre cerca de la caja de cambios del auto.
Al ser interrogada por la familia, Ana Cecilia dijo que sufrieron un accidente, aunque no recordaba detalles. Sin embargo, no presentaba lesiones. Afirmó que el taxista la obligó a bajar en un puente entre Laraqueri y Puno y que luego le devolvió la maleta de Luis. Desde entonces, el conductor y el auto rojo en el que viajaban están desaparecidos.
Lo más grave, según los deudos, es que la sospechosa mencionó que el taxista habría confesado la muerte a su esposa y que esta le sugirió cambiar de vehículo para borrar pruebas. A pesar de estos indicios, Ana Cecilia optó por guardar silencio ante las autoridades por recomendación legal. El caso sigue siendo investigado por la Policía como un posible homicidio agravado.
Mientras tanto, el dolor de la familia y amigos se hizo sentir en el último adiós. El último lunes 22 de julio, decenas de personas acompañaron el féretro de Luis René hasta el cementerio Laykakota de Yanamayo. Antes, se realizó una misa y un homenaje en el Coliseo Cerrado «Eduardo Rodríguez Ponce de León».
Compañeros del Colegio de Árbitros de Vóley de Puno recordaron a Luis como una persona comprometida y entusiasta. Entre lágrimas, realizaron un emotivo “saque y pitazo final” como despedida simbólica. “Era más que un árbitro, era un amigo dispuesto a ayudar siempre”, comentaron.
La familia pidió justicia y una investigación rigurosa. “No vamos a descansar hasta que se castigue a los culpables. Esto no puede quedar impune”, declararon.
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