Esther Villafuerte Cuentas nació en Arequipa, estudió Literatura y Lingüística en la Universidad Nacional de San Agustín y Educación en la Universidad Católica Santa María. Es magíster en educación. Ha publicado poesía, en revistas y participa en encuentros nacionales e internacionales de poesía.
¿Qué significa ser poeta en el Perú? Es una decisión muy particular, es una lucha constante: Debo trabajar la palabra como artesana con lectura y devoción casi religiosa, autopublicar mis poemarios y vivir en desamparo del Estado. Sin embargo, el poeta tiene necesidad de escribir, es un compromiso personal. Así lo percibo.
¿Por qué no hay crítica para la poesía? Creo que sí hay, desde las esferas académicas más exigentes, hasta los talleres literarios, que opinan sobre la calidad del verso, sin embargo, el canon hegemónico no incorpora la diversidad cultural peruana y sus voces de diversas regiones del Perú, que pueden tener un nivel alto, según el canon alternativo.
¿Cuándo sabe que un poema está terminado? El poema es como un parto, he tenido varios hijos y ningún parto es igual, cada poema nace de forma diferente, a veces a la primera y no deseas cambiarle nada, porque tensiona, emociona. En otras ocasiones, es más trabajoso, necesitas eliminar espurios, reorganizar la unidad del poema hasta sentir que la criatura está lista para dar al lector otra posibilidad de conocer el mundo o encontrarse a uno mismo.
¿Se puede vivir de la poesía? La poesía confraterniza al hombre, algunos escriben sin esperar reconocimientos.