El 18 de setiembre del 2015, bailé con mi querida madre Carmen Machaca Condori, en el Instituto Americano de Arte de Puno, al ritmo de las hermosas melodías de la Estudiantina Huancané “Alma Aymara”. La elegancia, magia y armonía de sus pasos no fueron ajenos a los ojos del público exigente.
Pero hoy cumple un año más de vida. Es por esa razón que escribo con ternura para diseñar su figura emblemática. Mi madre Carmen Machaca Condori, conoce muy bien del arte culinario del pueblo histórico de Huancané, también del Centro Musical “Los Chiriwanos” de Huancané, es un día maravilloso para ella y no puedo dejar de complacerla que festeje su onomástico.
Es la celebración de una vida prolongada y fructífera. Un justo homenaje para que sienta amada, admirada. Es una mujer generosa, buena, humanísima, adornada por la sencillez y su amor a la alimentación de su pueblo. Sus cálidas manos de esmeralda tienen el sabor de los platos de comida, que degustaron muchos comensales en el restaurante “Granito de oro”, de la tierra de los “Matacuras y Walawalas”.
Por eso, escribo con el corazón en la mano e infinita ternura. Mamacita Carmen: La familia se siente muy orgullosa de tu calidad humana, inteligencia y valores humanos que cultivaste a lo largo de estos años. Hoy que cumples 79 años de vida plena, muchas felicidades, esperanzas y felicitaciones. Mis palabras son pobres frente a tu ternura. Te dedico esta semblanza, que lo escribí con mucho cariño, poniendo sentimientos de hijos agradecidos en cada palabra. Espero que agraden porque traducen toda mi ternura y cariño de hijo que te quiere y admira. Siempre.
Un abrazo agradecido y cariñoso de parte de tu hijo Fernando. ¡Feliz cumpleaños Camuchita!