La ciudad de Puno vivió una jornada vibrante con el paso de la caravana de vochos del “Volks Club Titicaca”, que, por tercer año consecutivo, rinde homenaje a la patria con un singular desfile automovilístico. “Cada bocinazo es una expresión de amor al Perú”, señaló uno de los organizadores del recorrido pintoresco.
La ruta de los clásicos Volkswagen Escarabajo partió desde el óvalo de Salcedo, avanzó por la avenida Ejército, Laykakota, Tacna y el jirón Deustua, hasta llegar a la emblemática Plaza Mayor de Puno. Durante su recorrido, los vehículos —cuidadosamente restaurados y decorados con banderas, vinilos y accesorios patrios— recibieron aplausos y vítores de la población. “Es emocionante ver cómo estos autos conectan generaciones”, comentó emocionado un asistente.
Este desfile de vochos no solo revalora el patrimonio automotor del país, sino que también promueve la integración social y la participación ciudadana. El Volks Club Titicaca, integrado por entusiastas puneños, ha logrado que su caravana se convierta en una tradición esperada cada mes de julio. “No es solo un paseo en carro, es una forma de decirle al Perú cuánto lo queremos”, expresó otro entusiasta integrante del club.
La Municipalidad Provincial de Puno saludó públicamente esta iniciativa ciudadana, destacando su valor cultural y su aporte a las celebraciones patrias. “Eventos como este fortalecen el espíritu cívico y nos recuerdan que la patria también se celebra sobre ruedas”, señaló la organización de la actividad en un comunicado. La Caravana de Vochos no solo desfiló por las calles de Puno, sino que también dejó una huella imborrable en el corazón de todos los asistentes.