El ministro del Interior, Carlos Malaver, llegó a Trujillo en medio de abucheos de ciudadanos tras la explosión que destruyó un local en la avenida Perú en Trujillo, la mañana del viernes 15 de agosto.
"Corrupto, igual que Acuña", "Se burlan de nosotros y se van", fueron algunas de las pifias que recibió el titular del Mininter mientras transitaba por la zona afectada. El ministro ignoró las acusaciones y continuó su recorrido.
Según explicó Malaver, la explosión se trataría de una disputa entre organizaciones criminales, descartando la hipótesis de extorsión.
Precisó que hay un conflicto por control de espacios territoriales entre bandas como Los Pulpos, Los Pepes y La Jauría. Indicó que el inmueble afectado pertenecía a la madre de un sujeto recientemente liberado, apodado Bolaños, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas.
Las autoridades descartaron que se trate de un acto de extorsión y señalaron que el ataque estaría vinculado a una disputa por el control de espacios utilizados para actividades ilegales, entre ellas la extorsión.
Además, informaron que la zona ha sido intervenida por un comando unificado conformado por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y otras instituciones, lo que habría provocado el desplazamiento de estas bandas hacia áreas urbanas.