Pasada la noche del jueves 9 de octubre, Dina Boluarte reapareció desde Palacio de Gobierno tras su destitución por “incapacidad moral permanente”, aprobada por 121 congresistas sin votos en contra. Acompañada por el premier Eduardo Arana y su gabinete, la exmandataria, vestida de blanco, emitió un mensaje televisado en el que defendió su administración y pidió calma en medio de la agitación política.
“Como demócrata que soy y como una mujer que viene del Perú profundo que ha sentido en carne propia las carencias y ha podido trabajar por el bienestar de su pueblo”, expresó Boluarte, subrayando que su gestión se centró en los peruanos antes que en su propio interés. “Ante este contexto no he pensado en mí, sino en los más de 34 millones de peruanos y peruanas”, añadió, reivindicando su servicio público.
La expresidenta cuestionó la validez de la medida adoptada por el Parlamento. “La causal invocada para llevar adelante esta vacancia presidencial no configura la incapacidad moral que prevé nuestra Constitución. Lo que dejo constancia ante la historia”, sostuvo. Asimismo, llamó a que las próximas elecciones sean “transparentes y democráticas” y pidió a los ciudadanos “pensar varias veces a quién van a dar su voto”.
En su despedida, Boluarte defendió la integridad de su gestión y denunció la existencia de presiones ocultas. “No hemos tocado un solo sol […] Hemos ejercido la presidencia con decencia y honestidad”, aseguró. Luego agregó: “Seguramente, la delincuencia en estos días va a menguarse un poquito, porque […] detrás de toda esta situación hay algunos intereses y manos negras”. Mientras pronunciaba su mensaje, el Congreso juramentaba a José Jerí como nuevo presidente, marcando otro giro en la inestable política peruana.