Lima. ¡De no creer! Con el pretexto del estado de emergencia, las protestas sociales y la situación del vacado Pedro Castillo, el expresidente Alejandro Toledo decidió no entregarse a la justicia.
Luego de ser notificado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el pedido de extradición, Toledo Manrique cambió sus argumentos para sustentar su pedido de suspensión. En el documento alegó que desde que se negó inicialmente su hábeas corpus “las circunstancias han cambiado”.
“Las condiciones en Perú se han vuelto considerablemente más peligrosas. La destitución del presidente Pedro Castillo ha resultado en una declaración prolongada de Estado de Emergencia; la suspensión de derechos constitucionales cruciales; y protestas violentas, acompañadas de respuestas aún más violentas de la Policía”, se lee.
También su defensa legal sostiene que Toledo “sufrirá un daño irreparable” a su condición, además de los problemas de salud que padece el expresidente, su edad (76 años), las “condiciones penitenciarias deficientes en el Perú y la inestabilidad política del Perú”, según el documento.
Mientras que la ex primera dama, Eliane Karp, pidió a las autoridades de California (Estados Unidos) que le regresen su pasaporte, mismo que entregó a la Corte de dicho Estado en el 2022. Karp de Toledo dijo que quiere viajar a Bélgica, su país de nacimiento, para ver su madre, Eva Fernenbug, quien estaría a punto de morir. Por coincidencia, el país europeo tendría como política no extraditar a sus ciudadanos.
Ante esto, la procuradora ad hoc para el caso Lava Jato, Silvana Carrión, adelantó que la justicia de los Estados Unidos está evaluando la extradición de la ex primera dama, Eliane Karp, investigada por el caso Ecoteva. Carrión señaló que Karp de Toledo, tiene un pedido de extradición en el Perú, por el mencionado caso.
El pedido fue presentado y el Departamento de Justicia de los EE. UU. deberá decidir si la ex primera dama será extraditada a nuestro país.