El congresista Jorge Montoya, representante de Honor y Democracia, salió al frente para justificar la reciente aprobación en primera votación de la reforma constitucional que busca restituir la inmunidad parlamentaria. Su argumento: el Ministerio Público no estaría cumpliendo su rol con imparcialidad ni celeridad.
“Tenemos a un gran número de congresistas con procesos abiertos que no avanzan. Eso no les permite ejercer su labor fiscalizadora adecuadamente”, advirtió durante una entrevista en RPP. Para Montoya, el retraso o la falta de acusaciones formales por parte de la Fiscalía revela que se ha convertido en “una bancada más”.
El legislador fue más allá, acusando al organismo autónomo de tener un sesgo político y sugirió una reestructuración profunda: “La Fiscalía necesita una reorganización total, de fondo”. A su juicio, la inmunidad permitiría a los parlamentarios ejercer sus funciones sin presiones externas ni venganzas judiciales.
La propuesta, sin embargo, ha sido recibida con recelo por amplios sectores de la opinión pública, que la interpretan como un intento de blindaje ante investigaciones por corrupción. Montoya rechazó esa lectura con firmeza: “No se trata de impunidad. Hay mecanismos suficientes para sancionar delitos cuando los haya”.