Uno de los factores de aumento al rechazo al Congreso fue la revelación del bufé en cada sesión del Pleno. Los exquisitos platos costaban S/142 soles por cada congresista en un solo día. Es decir en menos de 24 horas gastaban en potajes S/18 460.
El servicio inició desde noviembre del 2022 hasta enero del 2023, cuando Cuarto Poder reveló el hecho y provocó que la Mesa Directiva cancele el servicio.
Todo el escándalo sucedía mientras el Perú convulsionaba por las protestas en contra del régimen de Dina Boluarte y del Parlamento. Pese a ello, los ‘padres de la patria’ no renunciaron a su bufé entre diciembre a enero.
A raíz de esto la Contraloría intervino y detectó que el reparto de desayuno (S/31), almuerzo (S/80) y cena (S/31), se dio a los 130 legisladores, sin contar a los suspendidos o los que pedían licencia. Es decir, destinaron dinero de todos los peruanos para congresistas que no estaban en el pleno.
En el informe del órgano contralor detalla que de noviembre del 2022 a enero del 2023, fueron 83 inasistentes, entre los que tenían licencia y los suspendidos. Lo que provocó un perjuicio de S/11 786.
“Los hechos expuestos contravinieron lo establecido en el pliego de condiciones de la contratación (...) Han ocasionado una afectación a los intereses institucionales”, se lee en el documento de la Contraloría enviado al actual presidente del Congreso, Alejandro Soto, a fin de que tome las medidas correspondientes.