La Contraloría General de la República inició acciones de fiscalización sobre los trenes adquiridos por la Municipalidad de Lima bajo la gestión del alcalde Rafael López Aliaga, luego de que se reportaran fallas técnicas en los vehículos marca Caltrain, provenientes de California.
Según fuentes de La República, un equipo de funcionarios liderado por el vicecontralor Marco Argandoña llegó este jueves a las inmediaciones de la Comisaría de Monserrat, en el Cercado de Lima, alrededor de las 9:30 a. m., para inspeccionar los trenes y recabar información técnica y administrativa. Se espera que Argandoña brinde declaraciones a la prensa tras culminar la supervisión.
El procedimiento busca verificar el cumplimiento de las normativas legales y las políticas públicas vigentes en el marco de la próxima implementación del servicio de transporte ferroviario en la capital, una de las promesas más publicitadas por López Aliaga.
Durante una revisión visual, el equipo periodístico de La República identificó piezas oxidadas, asientos rotos y signos de deterioro estructural en las unidades recién llegadas. Estas observaciones han generado preocupación sobre la real capacidad operativa de los trenes.
El ingeniero mecatrónico Diego Arce, docente de la PUCP, advirtió que aunque la estructura de acero podría resistir, “hay componentes clave que podrían desgastarse rápidamente y dejar fuera de servicio los trenes si no se realiza un mantenimiento adecuado”.
“En el mejor de los casos, pueden operar unos 10 años más, pero todo dependerá del cuidado que se les brinde y si se siguen las recomendaciones del fabricante”, explicó Arce.
Por ahora, la Municipalidad no emitió un pronunciamiento oficial sobre el estado actual de los trenes ni sobre los plazos de inicio de operaciones. La fiscalización de la Contraloría marcará un nuevo capítulo en la supervisión ciudadana sobre el uso de fondos públicos y la calidad de los proyectos municipales.