El paradero de Nicanor Boluarte Zegarra, hermano de la presidenta, no lo conoce ninguno de sus abogados quienes justifican una presunta fuga ante la imposición de los 36 meses de prisión preventiva por el caso Los waykis en la sombra.
Por segundo día consecutivo, Nicanor Boluarte, no se presentó en la audiencia donde el juez Richard Concepción Carhuancho evaluó imponerle cárcel preventiva.
El magistrado aceptó la medida solicitada por los fiscales al considerar que, si bien tiene arraigo familiar, no acreditó el domiciliario, laboral ni económico. Agregó que en libertad pone en riesgo el proceso. A Boluarte se le imputan los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
La medida también alcanza a otros investigados: Jorge Luis Ortiz Marreros, exdirector de la Dirección General de Gobierno Interior, Mateo Castañeda, sindicado como brazo legal de la organización, Zenovia Griselda Herrera Vásquez, y los hermanos Jorge y Noriel Chingay Salazar.
En declaraciones a RPP, uno de sus abogados, en el ámbito constitucional, Joshep Campos, justificó una eventual fuga de Boluarte, aseverando que el juez no es imparcial.
“Actualmente, no sé dónde está mi patrocinado. No he tenido mayor contacto con él (...) Si yo fuera el implicado y supiera que existe un prejuicio hacia mí, no permitiría que hagan el espectáculo de detenerme. El señor (juez) adelantó opinión, se ha pedido su apartamiento y no lo ha hecho. ¿Por qué regalar el acto de una detención a alguien que evidentemente tiene un prejuicio?”, cuestionó.
Mientras que el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, aseveró que si hay un mandato legal que ordena la detención, entonces procederán conforme manda la ley a detenerlo.
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