Con un vestido amarillo y con las manos arriba, juró Dina Boluarte Zegarra como nueva presidenta del país, un día como hoy hace dos años. En ese momento prometió que trabajaría con las manos limpias, sin embargo culminará este año con siete investigaciones en su calidad de jefa de Estado (ver cuadro).
Apenas inició su gestión, programó entrevistas con diversos medios nacionales y aseguraba que tendría ese diálogo constante con la prensa, alegando que no sería igual que su antecesor Pedro Castillo, pero eso duró solo meses. Este año decidió alejarse de los hombres de prensa y acudir a toda actividad oficial con un fuerte contingente policial y hasta francotiradores. En otras ocasiones encerró a los periodistas para que no se acerquen a hacer sus preguntas.
Si bien su primer año al mando se vio envuelta por el rechazo de la población que protestaron contra su régimen por casi tres meses, el 2024 fue distinto. Las marchas ya no eran por el mismo factor, sino por su mala gestión en la lucha contra la criminalidad, suba de canasta básica, entre otros problemas. La popularidad de Boluarte Zegarra pasó de dos dígitos a apenas un: 3 %. Además fue noticia en el mundo luego que allanaran su casa por el caso Rolex. Pero no fue todo, los empresarios también empezaron a desaprobarla. Solo un 6 % la respalda.
Sus denuncias por el caso Rolex, operaciones y reuniones, supuestamente irregulares, provocaron un rechazo mayor del país a la mandataria. Pese a ello, Boluarte Zegarra grita en cada actividad pública que terminará su mandato en julio del 2026.
“Estaré hasta cuando esta banda presidencial se entregue al próximo mandatario que guiará los destinos del país por 5 años”, aseguró ayer luego de una semana donde parlamentarios reavivaron una moción de vacancia por abandono de cargo, tras revelarse la rinoplastía de la jefa de Estado.
Si bien Boluarte Zegarra tiene varios cuestionamientos, también cuenta con dos bancadas que apoyan que termine su mandato: Alianza para el Progreso y Fuerza Popular.
La primera agrupación liderada por César Acuña, instó a los legisladores a no presentar mociones de interpelaciones, censura y vacancias. Por el contrario exhortó a que ‘apoyen la estabilidad’.