El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no asistió a la misa de entronización del recién elegido Papa León XIV, celebrada hoy, domingo 18 de mayo en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
La ceremonia reunió a jefes de Estado, líderes religiosos y delegaciones de todo el mundo para dar la bienvenida oficial al nuevo Pontífice.
Aunque no se ha emitido una declaración oficial sobre los motivos de su ausencia, la no participación de Trump fue notada por analistas internacionales, dado el peso simbólico y político de este tipo de eventos.
En reemplazo de Trump, asistió su vicepresidente, JD Vance, convertido al catolicismo en 2019, quien se había reunido con Francisco justo un mes antes, en las últimas horas del pontífice.
La plaza estaba llena desde el amanecer y, una hora antes del inicio de la misa, León XIV saludó a los fieles recorriendo en papamóvil eléctrico toda la vía de la Conciliación, la gran avenida que conecta la basílica de San Pedro con Castel Sant’Angelo.
Durante la homilía, el Papa leyó un texto denso y cargado de contenido: “A Pedro se le confía la tarea de amar más y de dar la vida por el rebaño. No se trata nunca de conquistar a los demás mediante la imposición, la propaganda religiosa o el uso del poder, sino siempre y únicamente de amar como lo hizo Jesús”.
“El Papa no es un líder solitario. Este es un camino que debemos recorrer juntos”, dijo el pontífice, “entre nosotros, pero también con las iglesias cristianas hermanas, con quienes siguen otros caminos religiosos, con quienes cultivan la inquietud de la búsqueda de Dios, con todas las mujeres y hombres de buena voluntad, para construir un mundo nuevo donde reine la paz”.