La víctima del presunto caso de violación sexual que involucra al actual presidente José Jerí Oré aceptó la decisión de la Fiscalía Suprema, que resolvió no formalizar investigación preparatoria por falta de pruebas. Sin embargo, el expediente permanece abierto en la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Canta, donde el único acusado es el empresario Marco Cardoza Hurtado, quien abandonó el país pese a estar bajo investigación.
Según la denuncia, Jerí invitó a la agraviada a una reunión de Año Nuevo en la Casa Club Santa Rosa de Quives, donde también asistió Cardoza. La mujer relató que, tras beber pisco y vino, se quedó dormida por el efecto del alcohol o alguna sustancia. El chofer, Luis Vega Heredia, declaró que Marco Cardoza llevó a la víctima a una habitación, y ella reapareció recién por la noche sin comentar lo sucedido.
Al día siguiente, la denunciante experimentó dolores y acudió a la fiscalía para denunciar violación sexual contra Cardoza y Jerí. Mientras el presidente se presentó y se sometió a la prueba de ADN —que dio negativa—, Cardoza nunca asistió ni entregó su muestra, y logró salir del país rumbo a Francia. “Cardoza no se presentó nunca, pese a estar citado... La Fiscalía y el Poder Judicial deben ubicar al responsable de los actos que la víctima ha denunciado y así la agraviada encuentre justicia”, afirmó Ricardo Caldas, abogado de Jerí.
Las evidencias apuntan al empresario prófugo: un chat de WhatsApp donde Cardoza confiesa a su exesposa haber cometido el delito, la descripción física coincidente dada por la víctima, y el hallazgo de un bividí mojado de José Jerí en la habitación del hecho. “Yo no puedo adelantar ese tipo de información porque es producto de la investigación, pero mi persona no ha sido que ha llevado ni ha entrado en la habitación para dejar el bividí”, declaró Jerí. Pese a las pruebas y contradicciones, el caso sigue inconcluso y la justicia aún no alcanza a los responsables.
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