En el Ministerio Público la norma es clara: cuando el fiscal de la Nación no puede ejercer, debe asumir el fiscal supremo decano. Ese cargo lo ostenta actualmente Pablo Sánchez, quien fue nombrado en 2005 por el Consejo Nacional de la Magistratura.
Sánchez es el llamado a ocupar de manera interina el puesto mientras dure el proceso disciplinario contra Delia Espinoza. Sin embargo, se sabe que no desea el cargo, ya que en diciembre de 2023 rechazó asumir cuando Patricia Benavides fue suspendida en el caso Valkiria.
De repetirse su negativa, la sucesión recaería en Zoraida Ávalos, segunda fiscal de mayor antigüedad. Ella fue inhabilitada políticamente por un sector en el poder, pero logró regresar tras ganar un proceso judicial que le permitió reincorporarse a la institución.
Si Ávalos también declinara, el puesto recaería en Tomás Gálvez. El magistrado, destituido por la anterior JNJ en 2022 y reincorporado por el Tribunal Constitucional este año, mantiene como meta pendiente convertirse en fiscal de la Nación, pese a su frustrado intento de ser presidente de la República.
Mientras tanto, Espinoza continúa ostentando el cargo a la espera de la resolución de su caso. En el escenario de ser absuelta por la Junta Nacional de Justicia, retornaría de inmediato a sus funciones como máxima autoridad del Ministerio Público.
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