Este sábado 27 y domingo 28 de septiembre se desarrollará la tercera marcha organizada por el colectivo Generación Z hacia el Congreso de la República. A la convocatoria se han sumado gremios de transportistas y comerciantes que denuncian extorsiones, asesinatos y la falta de transparencia en la gestión del Gobierno y el Parlamento.
Miguel Palomino, vocero de los transportistas, confirmó la participación de varias empresas de transporte, señalando que la estrategia estatal frente al crimen “no ha funcionado”. “No vamos a permitir que nos sigan matando. Vamos a denunciar estos hechos y exigimos la renuncia de los ministros del Interior”, declaró a Panamericana.
Sin embargo, no todos los gremios se unirán. Martín Valeriano, presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra), declaró a Infobae Perú que esta vez no participarán, aunque advirtió sobre próximas acciones. A su vez, algunos conductores en San Juan de Lurigancho confirmaron a Exitosa que marcharán, mientras otros optarán por quedarse en el plantón para ser escuchados.
Desde las 10:20 horas, transportistas de SJL bloquearon vías principales y denunciaron inseguridad constante. Cuestionaron que la presencia policial en buses, anunciada por el ministro del Interior, nunca se cumplió. Indicaron sentirse abandonados porque la Policía solo aparece en protestas y no durante su rutina diaria de trabajo.
La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) informó sobre desvíos en el corredor Morado y AeroDirecto Ventanilla. Asimismo, suspendió temporalmente el servicio alimentador de Puente Piedra por bloqueos en la Panamericana Norte. Universidades como la PUCP, San Marcos y la Ruiz de Montoya anunciaron que sus clases serán virtuales durante la protesta.
La movilización se suma a la jornada del 20 y 21 de septiembre, cuando la Generación Z lideró marchas que dejaron 14 heridos, incluidos cinco periodistas. Hoy, líneas como Huáscar, Las Flores S.A., Santa Catalina, La 41, La 57 y La Roma se suman a la medida que busca evidenciar la falta de respuestas frente a la violencia que azota a los trabajadores del transporte y a miles de jóvenes que reclaman un cambio político.