El Gobierno, a través del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, oficializó la renuncia del jefe del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), Javier Llaque, tras la fuga de un reo del penal de Lurigancho.
“La destitución del director de dicho establecimiento y la aceptación de la renuncia del jefe del INPE son medidas inmediatas para solucionar este problema”, explicó Adrianzén.
Como se sabe Llaque Moya, presentó su renuncia luego de dos incidentes graves en los penales peruanos. La renuncia fue aceptada de inmediato por el Gobierno, marcando el fin de una semana difícil para el sistema penitenciario nacional.
La renuncia de Llaque ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en los penales del país. El Gobierno ha prometido una evaluación rigurosa para la elección del nuevo responsable del sistema penitenciario.