Durante la tarde del jueves 10 de julio, la protesta de los mineros se tornó violenta porque protagonizaron un enfrentamiento con la Policía en la avenida Abancay, frente al Congreso, en el centro de Lima.
Los manifestantes que están en la capital desde hace más de una semana habrían intentado trasladarse nuevamente hacia los exteriores del Parlamento, pero fueron replegados por la Policía, que cerró el paso con rejas y empleó gases lacrimógenos para evitar su reinstalación.
Al respecto, el coordinador nacional de la Confederación Nacional de la Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú (Confemin), Ismael Palomino, aseguró que personas infiltradas encapuchadas fueron quienes empezaron a lanzar botellas contra los agentes y desvirtuaron su medida de lucha pacífica.