Los atentados en Trujillo continúan y uno de los últimos casos fue la detonación de explosivos a un jardín de niños en la urbanización Chimú. Pese a ello y la urgencia de frenar la ola criminal, el Gobierno continúa mintiendo.
Tras el ataque a la sede de la Fiscalía en Trujillo, el premier Gustavo Adrianzén junto al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, indicaron como una de sus medidas el despliegue de militares en las calles, pero hasta la fecha eso no se cumplió y la población vive en zozobra.
El ministro de Defensa, Walter Astudillo, informó que no aún no se hace el despliegue del personal militar porque el Ministerio del Interior todavía no presenta un plan de trabajo y debió ser entregado hasta el 22 de enero.
Esto fue confirmado por el jefe del Ejército en Trujillo, general Miguel Burgos Vieira, quien está a la espera del documento.
Por otro lado, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, tenía que acudir a la Comisión de Fiscalización del Congreso este viernes, pero no lo hizo. En su lugar mandó al general PNP Víctor Zanabria, pero no fue recibido.
En respuesta, optaron por reprogramar la citación para la próxima sesión. El titular de dicha comisión sostuvo que hay un ‘miedo’ por parte de los ministros.
Mientras la criminalidad gana terreno en el país, la presidenta Dina Boluarte asegura, desde Suiza, que el Perú vive en tranquilidad. Esto fue recriminado por congresista y el alcalde de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, quien exige más acciones y menos palabras al Ejecutivo.
Por su parte, Santiváñez informó que declararon en desabastecimiento la PNP, ya que no cuenta con pistolas, municiones y otras herramientas necesarias.
“Se está declarando en desabastecimiento a la Policía Nacional, esencialmente en tres rubros: desabastecimiento de pistolas y municiones, chalecos antibalas y fusiles. Eso nos va a permitir procesos de adquisición mucho más rápido”, indicó.