El asilo otorgado por México a la excongresista Betssy Chávez, procesada por el intento fallido de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo en 2022, llevó al gobierno peruano a suspender sus relaciones diplomáticas con México. El excanciller Luis Gonzales Posada señaló que este desenlace era previsible por los indicios mostrados desde el gobierno de ese país.
La medida deja los vínculos reducidos únicamente a funciones consulares. “Es decir, solamente activo para atender a los peruanos que se encuentran en México y a los mexicanos que se encuentran en el Perú. No hay relaciones diplomáticas ni a nivel de embajador ni encargado de negocios”, explicó Gonzales Posada en diálogo con Canal N.
El ministro de Relaciones Exteriores, Hugo De Zela, reconoció que la ruptura complica temas diplomáticos y de cooperación regional, aunque aseguró que el Perú busca mantener la protección de sus ciudadanos. “La voluntad de Perú es que continúen estos lazos, pues consideramos de gran valor proteger a los peruanos en México y a los mexicanos asentados en Perú”, expresó el canciller.
Para Gonzales Posada, la decisión adoptada por Lima fue correcta y debe mantenerse. “Por lo menos hasta que cambie el Gobierno, salvo que ellos den marcha atrás en la medida, que no creo que lo hagan”, declaró, calificando la concesión del asilo como “una maniobra muy bien orquestada y una desidia, un descuido absoluto del Gobierno peruano, porque esta era la crónica de un asilo anunciado”.
Finalmente, el excanciller cuestionó la postura del gobierno mexicano y afirmó que “ha sido una actuación penosa”, pues, a su juicio, México “se ha sometido política e ideológicamente al grupo de socialismo del siglo XXI”. Con esta decisión, las relaciones entre Lima y Ciudad de México entran en su punto más tenso de los últimos años, marcando un nuevo capítulo en la diplomacia latinoamericana.