El último Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) reveló una caída drástica en los niveles de corrupción en Perú en los últimos dos años. En el ranking mundial de 180 países, el país ocupó el puesto 127, con un puntaje de 31 sobre 100.
La organización mide la percepción de la corrupción en el sector público utilizando 13 fuentes de datos, entre ellas el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial y empresas privadas de riesgo y consultoría.
Clasifica en una escala que va de 0, “muy corrupto”, a 100, “muy limpio”, y se basa en datos sobre soborno, desvío de fondos, abuso de poder, corrupción estructural, nepotismo, transparencia, protección a denunciantes y acceso a la información pública en el sector gubernamental.
En 2020, Perú alcanzó un puntaje de 38, pero en los años siguientes la situación empeoró. En 2021 y 2022, el puntaje descendió a 36, y en 2023 continuó su caída hasta llegar a 33. En 2024, el país alcanzó su nivel más bajo en los últimos años, con un puntaje de 31.
La drástica caída en el puntaje coincide con la llegada al poder de Pedro Castillo, actualmente recluido por cargos de rebelión y corrupción, y Dina Boluarte, quien enfrenta una denuncia por cohecho (soborno) en el marco del escándalo de relojes de lujo conocido como ‘Rolexgate’.
El presidente de Transparencia Internacional, François Valérian, advirtió que “la corrupción es una amenaza global en evolución que socava el desarrollo, y es una causa clave del declive de la democracia, la inestabilidad y las violaciones de los derechos humanos”.
Venezuela se posicionó entre los tres países más corruptos del mundo, con una puntuación de 10, solo superada por Somalia (9) y Sudán del Sur (8). En América Latina, lidera el ranking de corrupción. Por su parte, Perú se encuentra en el top 10 de los países más corruptos de la región, por detrás de El Salvador, Bolivia y México.
Por otro lado, Uruguay emerge como la única excepción latinoamericana, con 76 puntos, gracias a sus “instituciones sólidas, su gestión transparente de datos ambientales y canales efectivos de participación ciudadana”, de acuerdo con el informe. Esta puntuación coloca a esa nación muy por encima del siguiente país de la región mejor calificado, Chile, que obtuvo 63 puntos.