El último viernes 24 de marzo, un grupo de congresistas presentó un proyecto de ley (PL) para modificar el artículo 51 del reglamento del Congreso, con el que pretenden que las sesiones del pleno, la Comisión Permanente y otras no solo sean secretas, sino reservadas cuando el presidente del Legislativo así lo disponga.
Sin embargo, en el artículo 88 inciso “a” ya se habla de reuniones reservadas, pero solo para comisiones investigadoras cuando se trate de temas muy delicados, por ejemplo: la seguridad nacional, pero añaden ahora afectación a honras personales y otros. (ver cuadros.)
Sobre esta medida, el politólogo Jorge Mamani indicó que “no hay un aporte trascendental” porque si la sesión es reservada o secreta, el efecto será el mismo; ya que en ningún caso podrá hacerse público. Por el contrario, lamentó que haya posibles intenciones detrás de la propuesta.
“En los últimos años hay un fenómeno de sobrerregulación. Se cree que es mejor congresista aquel que haya presentado más proyectos de ley. Eso solo hace que se pierda la calidad de los proyectos”, advirtió.
Aunque también precisó que la propuesta pueda deberse para que en un futuro no haya interpretaciones erróneas por parte de los legisladores. Mientras que el abogado Carlos Saravia comentó que el proyecto de ley puede ser desventajoso para los ciudadanos.
“La modificatoria es una incorporación de lo que ya se precisa en el artículo 88 del reglamento del Congreso. Sin embargo, se estaría limitando el derecho a la información que tenemos los peruanos gracias a que las sesiones son públicas. En todo caso, si quieren que sea secreta o reservada, las comisiones deben justificar adecuadamente las razones”, puntualizó Saravia.
Sin embargo, esas justificaciones solo servirán para evitar que el trabajo de los congresistas sea investigado y aumente la corrupción.
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