Uno de los objetivos del presidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes, fue frenar la desaprobación que tiene el Parlamento. Sin embargo, no se cumplió y ahora la tierra que lo eligió para que lo representara, lo repudia.
Según la encuestadora Ipsos, más del 60 % de la población desaprueba su gestión y esa cifra fue evidenciada cuando el congresista llegó a Cusco para participar de la apertura del año judicial en dicha región.
Soto Reyes ingresaba a la Corte Superior de Justicia de Cusco y en los exteriores una multitud lo esperaba. Al verlo llegar empezaron a gritar y a pifiarlo.
“Fuera presidente”, “fuera traidor”, “fuera corrupto”, “traicionero”, fueron los calificativos que dijeron los cusqueños.
Uno de los ciudadanos indicó a la prensa que Soto es una “persona negativa para la región y no es bienvenido”.
Recordemos, que Alejandro Soto tiene varios cuestionamientos en su contra, como el contratar a su cuñada en el Parlamento, apoyar una ley y beneficiarse con ella para librarse de la cárcel. Además fue acusado de recortar sueldo a sus trabajadores y usarlos como ‘troles’ para que lo defiendan ante sus críticos.