Escrito por: Annel Aguilar Zambrano
El expresidente Martín Vizcarra volvió al centro del debate político tras ser inhabilitado por tercera vez por el Congreso de la república. Esta vez, el pleno aprobó por reconsideración sancionarlo con 10 años sin ejercer cargos públicos por haber disuelto constitucionalmente el Parlamento el 30 de septiembre de 2019. A través de su cuenta oficial en X, el exmandatario aseguró que esta decisión refleja un temor político. “Me temen y temen a lo que represento”, afirmó.
Vizcarra sostuvo que la disolución del Congreso fue legítima y contó con el respaldo mayoritario de la ciudadanía. En ese sentido, cuestionó que “una mayoría del 3% que a nadie representa” tome decisiones tan importantes, y pidió que se respete el derecho de los peruanos a decidir en las urnas. Además, dejó abierta la posibilidad de participar en futuras elecciones, a pesar de las sanciones en su contra.
Su abogado, Alejandro Salas, calificó de “abusiva” la decisión parlamentaria, alegando que muchos de los congresistas que votaron a favor de la sanción no estuvieron presentes en la sesión del 30 de abril, cuando la propuesta fue rechazada por falta de votos. “Volvieron de sus vacaciones, no escucharon la defensa y votaron con una consigna política. Esto no tiene sustento legal ni constitucional”, expresó en declaraciones al programa Prueba de fuego de RPP.
Salas también denunció que el Congreso busca “acomodar el escenario electoral” para el 2026, intentando excluir a figuras incómodas para el sistema político actual. “Martín Vizcarra está habilitado por el pueblo, puede caminar tranquilo por cualquier región del país. Eso es lo que les incomoda”, afirmó, remarcando que la lucha ahora será también desde el plano jurídico y ciudadano.
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