El alcalde provincial de Caravelí, Roberto Soto Riveros, denunció persecución política en su contra porque un grupo de pobladores enviados por dirigentes de oposición protestaron, en rechazo a su decisión de nombrar la biblioteca municipal en denominación a su padre, Roberto Nicolás Soto Mandamiento.
Soto Riveros, aseguró que estas personas fueron convocadas por el exalcalde de Caravelí, Arturo Montesinos Neyra y por la dirigenta de Nauquipa, Katherine Quispe como parte de una venganza política por presuntos de mineros ilegales porque saldría en defensa de las personas que son afectadas por esta actividad ilícita.
Por su parte, el medio de comunicación Caravelí y sus distritos, a través de la red social Facebook, escribió que los pobladores y algunos regidores tomaron mal la decisión del actual burgomaestre y por ello, decidieron “autoconvocarse” en el frontis de la biblioteca a las 11:00 horas del viernes 20 de diciembre.
A PEDIDO DE LOS DOCENTES. A fin de aclarar la situación con la biblioteca municipal, el alcalde Soto Riveros, se pronunció y declaró que esta acción no es ilícita y fue propuesta de otros docentes y alcaldes que conocían a su padre Soto Mandamiento, quien estuvo 50 años de servicio a la educación y falleció.
“En nombre de la paz social, yo y mi familia hemos decidido que no se tome el nombre de mi padre porque lo deshumanizan. Quitamos el letrero con su nombre porque no vamos a permitir los comentarios racistas ni calumnias en su contra cuando él está en el más allá”, agregó.
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