Pudo terminar en tragedia. Un conductor de un camión y su menor hijo se salvaron de milagro de ser aplastados por una enorme roca que cayó sobre la carretera Quiscay, en el distrito de Aplao, provincia de Castilla.
El impacto de la piedra dañó a la unidad vehicular y también a la pista, generando preocupación entre los transportistas y habitantes de la zona.
Ante este panorama, los conductores instaron a las autoridades a evaluar la seguridad en la carretera para evitar futuras tragedias.