En Camaná crece la indignación ciudadana ante el accionar de los fiscalizadores municipales, quienes, según denuncias, solo ingresan por poco tiempo al establecimiento “Minuto 90”, para retirarse después de pocos minutos, mientras los eventos dentro del local continúan sin mayores problemas. Vecinos, que prefieren mantener su identidad en reserva para evitar represalias, califican el operativo como estrategia puramente simbólica que no aporta resultados reales.
Asimismo, denuncian que el local acumula reiteradas quejas por los espectáculos que ofrece, incluyendo presentaciones de mujeres con atuendos íntimos, y cuestionan si el establecimiento estaría funcionando de acuerdo a su licencia, o como un prostíbulo.
A pesar de que el local ya había sido sancionado el 4 de diciembre del 2024 con una multa de 2200 soles, la ciudadanía advierte que esas medidas no bastan con los shows que ofrece actualmente, mientras los operativos sean breves y sin seguimiento real. Las denuncias apuntan a que los fiscalizadores operan en horarios calculados para beneficiar la licencia de imagen sin incidir en el funcionamiento efectivo del lugar.
Los residentes demandan a las autoridades que se actúe con continuidad, certidumbre y transparencia, sin escenas momentáneas que solo benefician la foto pública, pues consideran que no existe un principio de autoridad y que todo sería parte de una fachada.
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