La jefa del Santuario Nacional Lagunas de Mejía (Islay), Lizbeth Hernani Aldude, manifestó su preocupación referido a la reducción de las masas de agua en el atractivo natural formado por las depresiones de los valles costeros mediante una napa freática. Sostuvo que en la actualidad las lagunas pueden mediar hasta 1.80 metros, pero en tiempos de estiaje el agua no supera los 30 centímetros.
Explicó que el citado santuario cuenta con más de 690 hectáreas registrando 209 especies de aves. Con la idea de preservar este ambiente declarado como área protegida desde 1984, la administración maneja un sistema de drenaje interno para añadir agua artificial a las lagunas a fin de evitar la sequía.
“Es un problema que siempre sucede en los valles costeros. En época del fenómeno El Niño el agua se redujo hasta en 30 centímetros de altura. Cabe indicar que esta zona era una irrigación de nombre Iberia y ya se había secado, trabajamos para que no vuelva a suceder”, manifestó la especialista.
AVES. Sostuvo que el número de especies visitantes migratorias es muy inconstante, debido a que en algunas épocas desaparecen animales como: choca, gallinola, pingüino de Humboldt y los pelícanos, pero en otros momentos se les puede avistar. Informó sobre la nueva presencia de un pato del Marañón.