Hace quince años la minería ilegal llegó al centro poblado de Nauquipa, en el distrito de Cahuacho, en la provincia de Caravelí y recientemente la actividad se salió de control debido a que amenaza la seguridad de las 30 familias que viven en la jurisdicción, conformadas principalmente por adultos mayores.
El alcalde distrital de Cahuacho, José Neira Rospigliosi, declaró que al principio un grupo de personas realizó estudios en la zona para extraer minerales. De ahí les prometió a los pobladores que iban a respetar el medio ambiente debido a que el área donde trabajan es una zona protegida pero esto nunca se cumplió.
Neira Rospigliosi precisó que está preocupado por los locales, quienes tienen que convivir con los trabajadores de los campamentos mineros que serían en su mayoría requisitoriados. Incluso la propia autoridad edil señaló que recientemente fue perseguido por las camionetas de estos trabajadores mientras realizaba una visita al centro poblado.
DAÑOS IRREPARABLES. Además, detalló que la población también está expuesta a tóxicos que producen los explosivos que son utilizados diariamente. Además que está situación provocó que las tarucas y guanacos dejaran de habitar la subcuenca de Cotahuasí.
Ante este panorama, la autoridad edil está exigiendo al Ministerio de Energía y Minas (Minem), Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernam), Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para que tomen acciones inmediatas para frenar la minería ilegal y sus consecuencias en el ecosistema de la zona.
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