El volcán Sabancaya, ubicado en la provincia de Caylloma, mantiene un proceso eruptivo activo desde el 6 de noviembre de 2016, con emisiones persistentes de ceniza, gases volcánicos y explosiones moderadas que obligan a mantener el nivel de alerta volcánica en naranja, según los últimos boletines del Instituto Geofísico del Perú (IGP), poniendo en alerta a las comunidades del valle del Colca y zonas aledañas.
La actividad explosiva del Sabancaya, caracterizada por plumas de ceniza diarias y gases visibles desde varios kilómetros, ha sido continua desde su reactivación en 2016, con miles de eventos eruptivos registrados durante 2022 y años previos.
A mediados de 2025, tras un periodo de actividad reducida que llevó temporalmente el nivel de alerta a amarillo, un incremento de explosiones en septiembre devolvió a Sabancaya al estado de alerta naranja debido al mayor riesgo de columnas eruptivas y caída de ceniza.
Los boletines del mes de diciembre confirman que el volcán continúa con emisiones de vapor, gases y ceniza, con columnas que alcanzaron alturas de hasta 1200 metros sobre la cima, sin registrar explosiones fuertes pero manteniendo una actividad significativa que justifica la vigilancia constante de las autoridades científicas.
IMPACTO. Las emisiones de ceniza volcánica han impactado directamente a las poblaciones humanas asentadas en el valle del Colca y sus alrededores. La caída de ceniza se ha registrado incluso a más de 80 kilómetros del cráter, alcanzando localidades como Huambo, Cabanaconde, Maca, Coporaque, Yanque, Ichupampa, Chivay, Huanca y Lluta, donde ha afectado la salud respiratoria de la gente y del ganado debido a la presencia de partículas finas que irritan nariz, garganta y ojos.
Estudios técnicos han correlacionado la caída de ceniza con un aumento de casos de infecciones respiratorias agudas (IRAS), conjuntivitis y dermatitis en pobladores de los distritos cercanos, especialmente en niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias preexistentes.
La caída de ceniza también ha cubierto pastizales y cultivos, reduciendo la capacidad de fotosíntesis de la vegetación que sirve de alimento al ganado, afectando la producción agrícola local, y provocando problemas respiratorios y digestivos en animales que ingieren ceniza mezclada con hierba.
La acumulación de ceniza sobre techos, carreteras y sistemas de captación de agua puede dañar estructuras y requiere limpieza frecuente para mantener la habitabilidad. La dispersión de ceniza en la atmósfera ha obligado en ocasiones a reprogramar vuelos por seguridad.
LÍNEA DE TIEMPO. A continuación se encuentra el proceso volcánico del coloso desde 2016, cronológicamente.
6 NOV 2016: Inicia el proceso eruptivo, con explosiones frecuentes y una gran nube de ceniza.
2017: Se inicia el crecimiento de un domo de lava en el cráter debido a sismos ocurridos en los meses de abril, mayo y agosto.
2019: El domo registra su mayor crecimiento en octubre.
2022: El volcán registra más de 12.000 explosiones sólo en 2022, con columnas de ceniza que alcanzaron varios kilómetros de altura.
6 NOV 2023: El IGP informa que el volcán cumple siete años de erupción continua, con más de 80 000 explosiones documentadas desde 2016.
23 MAY 2025: El nivel de alerta baja temporalmente de naranja a amarillo debido a una disminución progresiva de explosiones y emisiones.
13 SEP 2025: Tras el aumento de actividad explosiva con columnas de ceniza que alcanzaron varios kilómetros de altura, el IGP eleva nuevamente el nivel de alerta a Naranja, un solo nivel debajo del nivel máximo.
14 DIC 2025: Boletines reportan emisiones de vapor, gas y ceniza hasta 1200 m sobre la cima con alerta naranja vigente.
18 DIC 2025: IPG confirma mantenimiento de alerta naranja con emisiones de ceniza y gases dispersos a Huanca, Lluta, Huambo y centros poblados, además de estancias y zonas de pastoreo