Escribe: Ana Cristina Coaquira H.
China, históricamente cautelosa en el uso de nuevas tecnologías de semillas, comenzó a dejar de lado ciertas restricciones para aumentar la producción agrícola interna. El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales anunció la aprobación de dos variedades de trigo y una de maíz editado genéticamente, considerados seguros para su uso, marcando un avance crucial en los esfuerzos del país por incrementar los rendimientos de las cosechas y reforzar la seguridad alimentaria.Estas variedades modificadas, son resistentes a herbicidas einsectos.
Estas variedades genéticamente editadas, que recibieron un certificado de bioseguridad válido por cinco años, están diseñadas para mejorar los rendimientos del maíz y aumentar la resistencia del trigo a las enfermedades. Este es solo uno de varios pasos necesarios antes de que las semillas editadas puedan ser plantadas comercialmente. La aprobación de estas variedades subraya el cambio de postura de China respecto a las tecnologías de semillas, tras la aprobación de una variedad de soja genéticamente editada el año pasado, la primera en su tipo en el país.
"Este es un avance significativo que podría aumentar considerablemente la producción, ya que los cultivos editados genéticamente tienen un enorme potencial," afirmó Gengchen Han, presidente de Origin Agritech, una empresa de biotecnología agrícola con sede en Estados Unidos especializada en el mejoramiento genético de semillas. Según Han, los rendimientos del maíz editado genéticamente podrían aumentar hasta un 50%.
China, siendo el mayor mercado de cereales del mundo, vio crecer su dependencia en la importación de maíz, trigo y soja en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre los líderes del país. En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, la seguridad alimentaria se convirtió en una prioridad.
El comunicado del ministerio también destacó la aprobación de una nueva variedad de maíz transgénico, desarrollada por Origin Agritech, que presenta características de tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos. Esta iniciativa refleja el compromiso de China con la adopción de tecnologías avanzadas para asegurar un suministro alimentario sostenible y autosuficiente en el futuro.