Un estudio genético llevado a cabo por un equipo internacional resolvió un antiguo misterio: la papa moderna se originó por una hibridación natural entre plantas similares al tomate y especies denominadas Etuberosum. Este cruce fue esencial para la aparición del tubérculo y su posterior adaptación y diversidad.
El equipo, liderado por Sanwen Huang de la Academia China de Ciencias Agrícolas, analizó 450 genomas de cultivos y 56 de especies silvestres, en un trabajo publicado en Cell y reportado por CNN.
La papa contiene una mezcla equilibrada de genes de Etuberosum y plantas afines al tomate. Este cruce ocurrió hace unos nueve millones de años en los Andes. Aunque ambas especies son distintas, compartieron un ancestro común hace 14 millones de años.
La polinización por abejas facilitó esta hibridación, según Amy Charkowski, de la Universidad Estatal de Colorado. JianQuan Liu, coautor del estudio, explicó que los análisis filogenéticos mostraron contradicciones: “El análisis mostró una contradicción: las papas podrían ser hermanas de los etuberosums o de los tomates, dependiendo de diferentes marcadores genéticos”. Esta contradicción se resolvió al confirmarse que la papa es, en realidad, un híbrido.
La papa mezcla genes de Etuberosum y tomates silvestres.
Ante la escasez de fósiles, los científicos se apoyaron en señales genéticas presentes en plantas actuales. “Lo que utilizamos es una señal que viene del pasado, que todavía está en las plantas que tenemos hoy, para intentar reconstruir el pasado”, señaló Sandy Knapp, del Museo de Historia Natural de Londres.
La investigación también identificó los genes que permiten la formación del tubérculo. SP6A, del tomate, regula el inicio de su producción, “Es como barajar una baraja de cartas de nuevo y encontrar diferentes cartas en diferentes combinaciones. Y afortunadamente para esta hibridación en particular, se unieron dos tipos de genes, lo que creó la capacidad de tuberizar, y eso es un evento fortuito”, afirmó Knapp.
Finalmente, Sanwen Huang destacó: “El desarrollo de un tubérculo proporcionó a las patatas una enorme ventaja en ambientes hostiles, impulsando una explosión de nuevas especies y contribuyendo a la rica diversidad de patatas que vemos y de las que dependemos hoy”.